Fue esplendida la charla coloquio que ofrecieron Fabián Roncero y Jesús España en la víspera de la 10K. Lecciones de atletismo y vida de dos deportistas inmensos a los que su carrera, plagada de éxitos, no les ha restado un solo gramo de sentido común y humildad. Todos los que estuvieron presentes en el Auditorio López Torres se llevaron un ramillete de sabios consejos sobre la práctica del running y el atletismo en una noche inolvidable.

El concejal de Deportes, Iván Rodrigo; el presidente del A.C.Manchathon, Fran Fernández y el ex campeón de Europa, Roberto Parra, expresaron su satisfacción por lo que ha conseguido la carrera en tan solo dos ediciones. El presentador, Carlos Vega, tomó la batuta de un acto en el que fue entrevistando a Fabián Roncero, teniendo como referencia su libro, “The runner man”, en el que el atleta modela un curioso personaje que suele cometer bastantes errores y que al lector le dará una idea perfecta de enfocar con un criterio mucho más acertado la práctica del atletismo y el running. Fabián Roncero, apodado “El africano de Canillejas”, uno los grandes del maratón de los años 90, el primer blanco que consiguió bajar de la hora en la media maratón expuso su filosofía “de luchar por lo que crees, a base de trabajo y persistir en el esfuerzo. He tenido la suerte de lo que he vivido ha superado a lo soñado, pero para conseguirlo hay un enorme trabajo detrás”.

Roncero explicó el mensaje que pretende lanzar en su libro, “donde si eres inteligente, intentarás parecerte lo menos posible al personaje protagonista. No es aconsejable hacer las cosas que él hace. Todos hemos cometido errores alguna vez, pero el personaje acumula muchos errores al mismo tiempo, porque se piensa que sabe mucho de algo que, en realidad sabe bastante poco”. El gran atleta madrileño abogó por entrenamientos dirigidos por gente que tenga buenos conocimientos y que haya tenido vivencias y sensaciones como atleta. “Lo necesario para correr es tener un buen entrenador, tener ganas de trabajar y ya está. Los buenos corredores han mantenido al mismo técnico durante muchos años. Hay gente que quiere resultados inmediatos, pero la carrera de un deportista no se forja en dos, tres o cuatro años. Pero lamentablemente, se ha perdido mucho respeto a los profesores, a los entrenadores, a los maestros. Yo, sin la ayuda de los magníficos entrenadores que he tenido, no hubiera llegado donde he llegado”.

Roncero defendió la idea de que el atletismo “es un estilo de vida, independientemente del nivel que puedas alcanzar. Pero el gran problema es gente que a partir de una determinada edad quiere hacer las cosas que no ha hecho con veinte. Se saltan muchos escalones. Hay gente que se empeña en hacer una maratón sin estar lo suficientemente preparado, la puede terminar, sí, pero eso no significa que esté preparado. Para hacerlo bien hay que entrenar, hacer series, trabajos de fuerza, en definitiva un trabajo bien dirigido, que mucha gente no hace”. Así recordó como durante los maratones siempre intentaba “transformar los pensamientos negativos en positivos. Porque si empiezas a pensar que todo va mal, la cosa puede desembocar en algo todavía mucho peor”.

Entre el público estaba otro gran fondista, Juan Francisco Romera, que contó aquellos curiosos entrenamientos que hacía, corriendo sobre los contenedores de un barco en los que trabajó, además de Jesús España que recordó ese carácter imprevisible que en muchas carreras demostraba Fabían “se movía a impulsos, nunca sabías por donde iba a salir y ahí estaba su grandeza”. El ganador de la 10K del año pasado, que también correrá hoy, Ricardo Serrano, le preguntó por la acumulación de kilómetros en una semana, la tirada más larga que solía hacer, en definitiva, la charla coloquio se convirtió en un magnífico clinic de atletismo en el que los deportistas que asistieron aprendieron mucho. Aportarían también buenas reflexiones Roberto Parra, Cipriano Benito y otros componentes del público que planteó interesantes cuestiones. Lecciones de atletismo y vida en una gran velada.

Publicado en: LA VOZ DE TOMELLOSO